Un día en casa de Sant :)

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 Bueno, pues lo prometido es deuda y aquí tienen su post :)
Hoy desperté a la 1:00 p.m. y de inmediato me dí cuenta de que no soportaría un día más sentada en mi escritorio jugando Resident Evil o leyendo o simplemente aquí, en la lap. Prendí la televisión y estaba Powerpuff Girls. Busqué algo cómodo y me bañé. Bajé a comer/desayunar y hablé un rato con mi papá. Desde fotos Polaroid® y su extinción, pasando por técnicas para tomar fotos y genética hasta el hecho de que necesitaba salir y despejarme. Después de un rato, mi papá terminó accediendo; me enlisté y preparé lo que necesitaba: un Goofy para el Sr. Cara de Papa (a.k.a. Rodrigo) y un Mickey mago para Sant, mi iPod, mi celular, un poco de dinero, mi delineador y mis llaves. Me subí al coche. Estaba un poco preocupada porque ya eran las 15:10 y Rodrigo debía ver a su abuelita a las 16:00. En fin, me bajé del coche en la entrada del Metro Auditorio. Bajé lo más rápido que pude, compré mi boleto y busqué la dirección hacia la cual debía ir: Barranca del Muerto. Esperé ansiosa el metro y por fin llegó. Esperé dos o tres estaciones y bajé. Corrí lo más rápido que pude, pero me detuve al ver todas las escaleras que me esperaban (no tengo buena condición física). Traté de llamar a Rodrigo pero no contestaba. Cuando finalmente llegué a la salida, pude contactarlo; me dijo que me fuera en dirección a la escuela. Caminé lo más rápido que me permitían mis pies, hasta llegar a Patriotismo y fue ahi en donde lo vi, en un Seven Eleven y un corte nuevo. Esperé a que el semáforo se pusiera en verde y corrí hacia allá. Ahí me esperaba con su sonrisa tonta de siempre. Le di un fuerte abrazo y empecé a maldecir las tantas escaleras que tuve que subir. El me sonrió y le dije que lo había extrañado. Caminamos lentamente hacia una plaza que estaba a no más de 2 cuadras de ahí. Caminamos hacia el Starbucks porque yo necesitaba un té urgentemente (bueno, quizás no tanto). Estaba formada y Rodrigo me molestaba diciéndome que me encontraría con alguien a quien no quería ver y...
  ¡Oh! ¡Demonios! Volteé, y ahí vi a aquella persona que solía ser mi mejor amigo. Con quien solía ser "uña y mugre" hasta que nos terminamos separando (no diré las razones). Corrí lo más rápido que pude y me escondí detrás de unas personas que estaban tomando su café tranquilamente y que me vieron un poco extraño. Les relaté lo sucedido de manera rápida (no sé por qué). Me senté de espaldas a donde podría pasar; me relajé un poco, pero cuando miro hacia enfrente, lo volví a ver pasar. Tomé mis cosas y volví a correr. Esperemos que no me haya visto. Pero bueno. Me formé de nuevo mientras Rodrigo se burlaba de mí. Tomé mi té (de mango-maracuyá) y buscamos un lugar en donde sentarnos. 
 Empecé a planear qué haría después de que Rodrigo tuviera que irse. Tenía 3 opciones: Sant, Marco o Mariana. Pero Marco estaba con su novia así que decidí llamar a Sant (teniendo en mente que quizá estaría ocupado). Pero no, así que quedamos de vernos en Mixcoac en 15 minutos. Rodrigo me dejó en el metro San Pedro de los Pinos. Corrí y compré mi boleto. Chuequé un mapa. Eran tan sólo 2 estaciones. Esperaba ansiosamente parada al lado de la puerta de mi vagón a que finalmente pudiera llegar. Subí rápidamente las escaleras. No sabía en qué lado de la avenida me encontraba. Salí y vi que debía cruzar la calle. Llegué al otro extremo lo más rápido que pude y empecé a buscar algún rostro familiar. Y ahí estaba. Sentado en la otra puerta del metro, huesudo como siempre, con una chamarra negra y una gorra azul.
-"¡¡¡Sant!!!" grité, pero no me escuchó.
 Me acerqué un poco más en intenté de nuevo. Por fin volteó y me sonrió. Se puso de pie y lo único que vi fue a un rock star frustrado: alto, barba y bigote un poco definidos, tez blanca (ligeramente amarilla), pantalones rotos, chamarra negra y una gorra azul (la cual amé porque tenía una carita enojada en ella). Lo abracé fuertemente, apenas haciendome a la idea de que por fin nos veiamos. Me dijo que tenía hambre, que quería una hamburguesa de la calle (después de haberme retrasado tanto, lo mínimo que podía hacer es invitarle algo de comer), pero preferí llevarlo al KFC, quizá ahí no se enfermaría tanto. Al principio, pensamos en comer Pop Corn Chicken, pero lo pensamos mejor y nos decidimos por las Ke-Tiras (muy buenas, aunque después de haber ido 4 veces o más, seguidas, me terminé hartando). Mientras estábamos formados, cada uno examinaba el iPod del otro y Sant me pidió que le regalara mi funda; terminé accediendo porque tenía otra idéntica en casa.
 De camino a su casa, Sant me contó varias cosas; como siempre, no terminaban los temas de conversación y los típicos "¿qué has hecho?" o "¡te he extrañado mucho!". Ya estábamos próximos a su casa y Sant me mostró algunos "grafos" que había hecho en la calle, entre otros estilos de arte urbano (cuyos nombres no sé). También había algunos Hannibal Lecter impresos en el suelo y en un poste. Después señaló hacia el otro extremo de la avenida, hacia el segundo piso. Cruzó la calle y yo lo seguí, pero olvidé que mis capacidades para cruzar calles son pocas. Había una barda y yo no podía subir. Un coche pasó casi rozándome el trasero mientras que yo seguía intentando subir la maldita barda, hasta que en un momento de desesperación (en el cual sentí que todo se colapsaba a mi alrededor) ví un trailer acercándose y fue ahí cuando por fin logré subir. Estaba exaltada y sentía que de un latido, el corazón se me iba a salir. Le dí un abrazo a Sant e intenté tranquilizarme. Busqué rápidamente su obra pero no la encontré.
-"¡Agh! ¡Ya la taparon!" me dijo Sant, señalando una parte de la barda que estaba mal pintada de blanco y con algunas sombras negras atrás.
 Decepcionados, volvimos a cruzar la avenida, esta vez con más cuidado.
 Después vimos a tres personas: el primero alto, de como 17 años, tez blanca, traía patines y un jersey del equipo de americano del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México (pero no era suya); a su lado venía un niño de como 9 años con una playera roja, cuyo estampado era un graffiti; finalmente, ví al otro de aproximadamente 14 años, usaba una chamarra verde y una kefia de cuadros negros y blancos. Los saludamos, y el de la chamarra verde (cuyo nombre no recuerdo, ni el suyo ni el de los demás) parecía ya saber un poco de mí. Caminamos juntos a la entrada. Subimos al elevador. Salimos, bajamos unas cuantas escaleras y llegamos. Lo primero que ví al entrar fue a la gatita de Sant. Estaba acurrucada en un sillón y nos estaba observando. Fuimos a su cuarto y era un desorden total (bueno no seré tan drástica, mi cuarto ha estado en peores condiciones). Había ropa tirada, algunos pares de tennis, envolturas, etc. Revisé su clóset y lo primero que ví fue una chamarra bastante colorida de Volcom. Me la probé pero estaba ENORME para mí. Después, recogí una chamarra café y peluda del suelo; me la probé y para mi sorpresa, ésta me quedó perfecta. Me senté en la cama y empezamos a ver videos en youtube. Primero uno de un ventrilocuo y su muñeco (el cual era un "terrorista) y contaban chistes bastante buenos "Silence! I'll kill you". Después vimos a Miss Swan en McRonald's y en Starbucks. Los dos bastante buenos. El siguiente video fue uno de "Fred goes swimming" y cosas así. Simplicidad al máximo. En tanto, Sant preparaba el hookah (esta vez sería sabor chicle). Finalmente vimos una película (sólo el inicio y el tráiler), We Are The Strange. Se supone que el director llevó los libretos a varias productoras, pero ninguna accedió a ayudarlo, así que decidió continuar con su proyecto sólo; a pesar de que se tardó algunos años, ganó un festival de cine.
 Por votación, decidimos jugar Resident Evil: Umbrella Chronicles. Jugamos un par de partidas y los amigos de Sant debían irse. Los acompañamos a la puerta y después regresamos a su cuarto. Apagamos el Wii y empezamos a escuchar un poco de música (que yo no conocía ni de chiste). Había de todo: desde rap (como El Porta), hasta hardcore; desde reggaeton (tenía una canción de Daddy Yankee ¬¬) hasta rock/pop. Me gustaron bastante las canciones. ¿Qué más podía pedir? Buena música (incluyendo su voz), buena compañía, y algo de hookah. Había tantas canciones tan buenas, me lamenté de no tener buena memoria. Después vimos varios videos en youtube, incluyendo uno de una banda de metal japonesa; de una banda cuyo género es indescriptible y vocalista era mujer (sus gritos eran impresionantes). Pero la que mejor recuerdo es un video con partes de la cinta de A Walk to Remember. Escuchamos unas cuantas canciones más (incluyendo una canción de la banda de Sant). Todas y cada una de ellas con letras increibles y los instrumentos eran impresionantes. 
 Finalmente me relató un concierto de Nevea Tears y la parte en la que el vocalista cantó "Run With The Hunted". CONMOVEDOR. Después de un rato, salimos de su casa y tomamos un taxi para ir a Metrópoli, en donde mi papá me estaba esperando. El camino fue ameno e íbamos platicando con la taxista. Eso es lo que de verdad me gusta de Sant, tiene la habilidad de abrir temas de conversación con cualquiera. Llegamos y odié tener que despedirme. Le dí un fuerte abrazo y le pedí que contestara en msn a pesar de que su teclado había muerto después de que se le cayó su hookah encima. Que siquiera me hablara con emoticones :D


Blue Staple :] 

1 comment:

The Smiling Staples :]:]:] said...

BTW, aquí está el video de A Walk To Remember
http://www.youtube.com/watch?v=4l2Sr7yQ6g8